All was golden when the day met the night.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Moonlight.

-Oye, mamá, ¿por qué la luna huye de nosotros?
-Porque nos tiene miedo, hija mía. ¿No ves que tan rápido vamos en este coche?
-Pero no le vamos a hacer nada. No tiene por qué irse.
-Ya, pero piensa que ella no nos entiende. Solo ve a gente que va rápido y parece ir a por ella.
-Pues es una miedica. La luna es enorme; ella puede con todos nosotros.
-Pero la luna es muy buena y no quiere hacernos daño.
-¿Y piensa que nosotros se lo haremos? ¡Corre, corre mamá, que puede que la cojamos! ¡Se está yendo!
-¿Quieres ir a coger la luna, tonta?
-¡Pues claro! ¡Es preciosa, mamá! ¡Y brilla tanto...!
-Ja, ja, ja, ja, ¡pues vamos a por ello! ¡Agárrate fuerte!
-¡SÍ!

"Oye, ¿sabes qué? Puede que nunca cojas la luna por muy rápido que vayas en el coche por la autopista. Puede que ni subiéndote a un avión logres alcanzarla. Pero la luna ya está junto a ti; a tu lado. Ella es quien nos susurra a todos las buenas noches y con su luz nos empuja a crear un mundo ideal. Un mundo de fantasía. No hace falta agarrar las cosas para tenerlas. Solo hace falta abrir tu corazón y dejar que haya conexión."


La luna ya está contigo.

Insonoro.

Los humanos nos quejamos del miedo. Del terror hacia los muertos. Y mil y un noches nos acostamos y deseamos que todos los monstruos que pasean nuestras vidas desaparezcan. El humano ha creado la fobia a la muerte tal y como si fuera un asesino despiadado que te espera debajo de la cama. Hoy día la gente huye despavorida al oír la palabra "cementerio" o la palabra "fantasma". Lo cierto es que si los muertos nos oyen deben de reírse de nuestra desgracia; que es vivir. Pues no es el difunto quien destruye la naturaleza y desmenuza a sus hermanos de sangre. Es el vivo. Nadie más que el vivo. Así pues los que todavía no vemos la luz o el puente hacia ese otro lugar, deberíamos pararnos a pensar si realmente merece la pena tenerle miedo a alguien que ya no está en este mundo o, de lo contrario, es más precavido vigilar a los vivos. 
Solo pido una cosa... 
Señores difuntos, tened una bonita muerte y no os divirtáis viendo a esa panda de zánganos huir atemorizados del lugar donde descansan vuestros cuerpos. En verdad, algún día se darán cuenta de que es un sitio precioso. Pues deja una memoria en la eternidad de los que ya no pueden luchar aquí.